2 abr 2012
APARECIÓ LA VIRGEN DE GUADALUPE EN PUEBLO YAQUI
Mtro. Jorge Alberto Ponce Salazar
Muchos acontecimientos son recordados por los habitantes de Pueblo Yaqui, pero en especial la aparición de la virgen de Guadalupe por el gran amor guadalupano que se profesa por sus habitantes.
Todo transcurría como un día normal, con actividad escolar incesante dentro de las aulas de la escuela “Secundaria Benito Juárez No. 23”, cuando de pronto alguien observó que en dos vidrios de las ventanas del aula del Maestro Munguía, apareció la imagen de la virgen de Guadalupe, como una manifestación redentora para la gente del pueblo.
Era un 26 de Marzo de 1982 y fuera de las paredes de la escuela, la población disfrutaba de la recién entrada primavera, con un clima reconfortante del espíritu humano y de fortalecimiento físico, ideal para cargar las baterías y cruzar el verano propio y único del Valle del Yaqui. Así continua el clima en los tiempos actuales, durante Marzo y Abril, pese a los daños que los seres humanos hemos causado al medio ambiente y los trastocamientos climáticos consecuentes, que han vuelto impredecible el prever calores, fríos o lluvias, tal y como lo hacían nuestros abuelos.
Tiempos de campañas políticas que llevaron a Miguel de la Madrid Hurtado a la presidencia de la República, en un periodo estructuralmente crítico (1982-1988), que marcaría el inicio de crisis recurrentes, con principios liberales, a la postre globalizantes, con efectos económicos polarizados, ante la concentración de la riqueza y el crecimiento de pobres en el país. Hoy, coincidentemente, al escribir las presentes líneas (2 de Abril 2012) se informa de la muerte de Miguel de la Madrid.
Las aulas de la escuela secundaria Benito Juárez reproducían las voces de los “Teacher” de inglés, (Flavio Martínez Mata) y música (Margarito Mendoza); así como los apreciables Sigifredo Valenzuela Portillo, Fernando Munguía, Vicente Montes, Vicente Monroy, maestra Gloria, Córdova, Jose Valenzuela, CHemali Ortega, entre otros, que dejaron grandes recuerdos en muchas generaciones de egresados.
La virgen apareció en días previos a la semana santa de 1982 y provocó visitas numerosas de paseantes de Ciudad Obregón y otras ciudades, que gustaban de disfrutar las playas Guadalupe, San José o Médanos, quienes enterados de tal suceso, acudieron a testimoniar, rezar o solicitar la intersección de la morenita para resolver algún problema de salud espiritual o física; o para pedir un buen tiempo para las cosechas agrícolas, en un valle que iniciaba su presencia nacional como “granero de México”, a la vez que experimentaba la caída del “oro blanco”, debido al uso de fibras sintéticas en el mercado de textiles.
Eran cientos los que diariamente visitaban el lugar, bajo la sombra de los yucatecos sembrados sobre las banquetas, que producían una especial sensación de tranquilidad nostálgica, bajo el graznido propio de los “chanates” que sentían como suyos los verdes y frondosos árboles, revoloteando en bandada al escuchar tantas voces, gritos de los niños o sonidos a propósito para ver la escena de vuelo de las aves.
Llegados los tiempos de regreso a clases y por iniciativa de los ciudadanos del pueblo, se decidió quitar los vidrios de las ventanas, para cuidar interrupción de clases y el laicismo de la educación, optando por pasarse al terreno contiguo a la escuela secundaria Benito Juárez, utilizada como estadio de Beis Bol, para construir una capilla que cobijara a la virgencita, a través de un comité del pueblo, encabezados por Don Gilberto Leyva y Martin Caro, con apoyo de las autoridades del ejido Yaqui, que donó el terreno para dicha construcción, iniciándose los trabajos de una amplia “casa de la virgencita, apoyados por el pueblo, pero con diferencias con representantes de la iglesia, que terminaron influyendo para que la obra quedara inconclusa”, con abandono posterior del proyecto.
Pueblo Yaqui hizo crecer el reconocimiento social por su hospitalidad y presenció la visita de mucha gente durante los años siguientes, así como el regreso entusiasta de paisanos que por razones de trabajo vivían en la frontera o en los propios Estados Unidos, orgullosos de la tierra que les vio nacer, permaneciendo a la fecha los vidrios con los contornos de la virgen de Guadalupe.
La comunidad recuerda con MUCHO CARIÑO AL SR. GILBERTO LEYVA, promotor de la construcción de la capilla para la virgen, ser humano de gran espíritu altruista, que recibió el Don para curar a quienes sufrieran quebraduras, luxaciones, daños de alguna parte del cuerpo que, con el sólo uso de herramientas básicas como la venda y palitos de paleta o maderas normales, construía al sostén que fijaría de nuevo cualquier complicación de los huesos.
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