5 feb 2012
EL CRISTO DEL PUEBLO
Mtro. Jorge Alberto Ponce Salazar
La fascinación por el cristo construido en la entrada oriente del Pueblo, muestra expresiones profundas de agradecimiento hacia Javier Rivera Yepiz y de fe eterna hacia el redentor, que vino al mundo para recordarnos con su propia muerte que, una sociedad no debe perder sus valores esenciales para vivir en el respeto, la humildad, armonía hermandad, solidaridad, bondad y alto sentido humano, porque sólo así se puede ser verdaderamente feliz.
Está dentro del cristo mismo, la bendición al suelo que vió nacer a muchos y a otros los cobijó para siempre con la suave brisa de su invierno y el calor estimulante del buen convivir bajo la sombra de un árbol y los aires ansiados del atardecer nuestro...muy nuestro.
Acompaña a la majestuosidad de la figura de Jesús la mano abierta del ciudadano orgulloso de su pequeña Patria, que brinda el mejor de los recibimientos a quienes regresan y sienten el regocijo, la alegría por dentro, acompañada de la sonrisa a flor de piel que dice: estoy aquí, regresé, es mi Pueblo, mi gente, mi aire, mi atardecer único...mi gente.
Se agrega el Cristo en bendición a los buenos propósitos hacia la comunidad y a las obras realizadas por su impulsor, para que la gente tenga trabajo, salud y crezca en el orgullo de seguir en un Pueblo que vive en la esperanza de la justicia social.
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